Soy Zen

Yoga Facial: la nueva tendencia

Bienvenida, querida yoguini principiante, a un aspecto fascinante y rejuvenecedor del yoga: el yoga facial. Se que este término no te es extraño y seguro alguna vez lo intentaste en casa durante la pandemia, así que este blog resolverá algunas de las dudas que tenemos y espero que puedas integrarlo en tu rutina diaria.

Hoy nos sumergimos en el mágico mundo del yoga aplicado a la cara, explorando sus beneficios, proporcionando una rutina práctica tanto para la mañana como para la noche, y brindándote orientación sobre por dónde empezar en este viaje de amor propio y bienestar.

¿Qué es el yoga facial y por dónde empezar?

El yoga facial es una práctica que combina movimientos suaves, automasaje y ejercicios específicos diseñados para mejorar la salud y apariencia de la piel, así como fortalecer los músculos faciales. Al igual que el yoga tradicional, se centra en la conexión mente-cuerpo, llevando la conciencia a cada expresión facial y área del rostro.

Mi advertencia es que a diferencia de muchos de los videos que haz visto, la práctica que propongo en este blog busca ser un espacio de autocuidado. El yoga facial no se trata solamente de belleza y estilo sino de esta conexión contigo misma, así que podrás encontrar una rutina que dejará tu rostro y mente más relajadas, así que permítete explorarlas.

Beneficios del automasaje facial

  • Estimula la circulación sanguínea: El automasaje facial aumenta el flujo sanguíneo, proporcionando nutrientes esenciales a las células de la piel y eliminando toxinas. Es una práctica que podrá retrasar el envejecimiento de la piel.
  • Tonifica los músculos faciales: los ejercicios faciales fortalecen y tonifican los músculos, contribuyendo a una apariencia más firme y juvenil. Evitarás las arrugas prematuras y las marcas en el rostro.
  • Reduce la tensión facial: el estrés diario puede acumularse en los músculos faciales. El automasaje ayuda a liberar esta tensión, promoviendo una sensación de relajación y paz.
  • Estimula la producción de colágeno: Al mejorar la circulación y fortalecer los músculos, el yoga facial puede favorecer la producción natural de colágeno, esencial para la elasticidad de la piel.

¿Por dónde empezar?

  • Empieza conociendo tu rostro: observa las áreas de tensión y las expresiones faciales habituales. Esto te ayudará a personalizar tu rutina de a poco.
  • Practicando la conciencia plena: realiza cada movimiento con conciencia plena, conectando la respiración con cada gesto. Aparta 5 minutos en tu rutina de día y de noche para integrar este nuevo hábito. La clave está en la consistencia.

Te dejo una rutina para la noche y la mañana que espero puedas integrarlas en tu día y darle un poco de energía revitalizadora a tu rostro.

Rutina nocturna

  • Comienza con una limpieza suave para eliminar el maquillaje y las impurezas. Masajea tu rostro con movimientos circulares usando tu jabón de rostro.
    • Frota suavemente las manos para generar calor. Coloca las palmas sobre los ojos cerrados para relajar la zona.
    • Gira suavemente el cuello en ambos sentidos.
    • Realiza movimientos de mandíbula, abriendo y cerrando la boca varias veces.
    • Utiliza los pulgares para masajear suavemente los pómulos en movimientos circulares ascendentes.
    • Realiza suaves estiramientos faciales, como abrir la boca y estirar los labios hacia afuera utilizando tus dedos como una pinza.
    • Cierra los ojos y realiza respiraciones profundas, permitiendo que la relajación se extienda por todo el rostro.

Rutina para la mañana

  • Lava tu rostro con agua fría para despertar y tonificar la piel.
    • Aplica crema hidratante y realiza un suave masaje con las yemas de los dedos en movimientos ascendentes.
    • Realiza movimientos circulares con los ojos en ambas direcciones para mejorar la circulación.
    • Coloca los dedos en las cejas y levántalas suavemente mientras abres los ojos.
    • Masajea el cuero cabelludo con las yemas de los dedos para estimular la circulación.
    • Realiza suaves estiramientos faciales, como sonreír ampliamente y luego relajar el rostro.

MÁS ARTÍCULOS QUE TE PUEDAN INTERESAR