Todos llevamos dentro un niño interior, esa parte de nosotros que es pura, inocente y creativa. El niño interior es la fuente de nuestra alegría, curiosidad y capacidad de amar. Cuando nuestro niño interior está sano y feliz, nos sentimos bien con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
Sin embargo, a menudo nuestro niño interior se ve herido por las experiencias de la vida. Podemos experimentar traumas, abandono o rechazo, lo que puede dejarnos con sentimientos de miedo, enojo o tristeza. Estos sentimientos pueden reprimirse y quedar enterrados en nuestro inconsciente, donde pueden continuar afectando nuestra vida adulta.
¿Por qué es importante sanar a nuestro niño interior?
- Nos ayuda a liberarnos de las emociones negativas que nos impiden vivir una vida plena y feliz.
- Nos permite recuperar nuestra alegría, nuestra curiosidad y nuestra capacidad de amar.
- Nos ayuda a desarrollar una autoestima sana y a creer en nosotros mismos.
- Nos ayuda a crear relaciones más saludables con los demás.
Te regalamos esta meditación para que conectes y sanes tu niño interior.