Soy Zen

¿Qué traerá el yoga a mi vida?

Si llegaste a este espacio es porque dejaste que la curiosidad te guíe a intentar algo nuevo hoy, así que bienvenida. 

Muchas de las personas que recurrimos al yoga inicialmente lo hacemos desde la búsqueda del autoconocimiento porque esta práctica tiene la reputación no solo de trabajar lo físico sino que nos permite embarcarnos en un estilo de vida diferente, con espacios de relajación libres de estrés. Y francamente en un mundo como el que vivimos, esto suena como un sueño en la tierra. 

Es que el yoga se ha posicionado en el mundo como una filosofía de vida capaz de reducir los niveles de estrés y ansiedad, activar la hormona de la felicidad para reducir la depresión, despertando el cuerpo con cada movimiento y enfocando la mente para lograr el equilibrio y la felicidad, además de apoyar un estilo de vida saludable. Y en este punto puedo coincidir que todo lo que dicen es correcto, porque el yoga trajo a mi mente quietud y calma, algo que al ser una persona que vive con ansiedad me era muy difícil encontrar cuando empezaba una actividad física. Es así que la práctica del yoga logra vincular la actividad física con una mejor salud mental, llevándonos a estados de paz y completa relajación en el movimiento. 

La capacidad sanadora del yoga se centra en la conexión cuerpo y mente porque este reconoce que estas dos están directamente relacionadas, y es que no existe cuerpo sano sin una mente sana y viceversa. Por eso en la práctica se trabajan estas dos facetas del ser a través de:

  • Posturas corporales, conocidas en el yoga como asanas por su origen sánscrito.
  • Respiración adecuada o pranayama en sánscrito (prana: “respiración” y yama: “control”).
  • Meditación o dhyâna.

Está bien si llegaste al mat o colchoneta para definir y fortalecer tu cuerpo, es importante cuidar y preparar el cuerpo para las actividades de cada día, buscando sentirnos saludables. Pero te darás cuenta con cada práctica que no solo tu cuerpo está cambiando, es más flexible o tonificado, sino que también tu mente se está transformando. Después de cada práctica podrás notar mayor quietud en tu mente, mejoras en el sueño, más motivación en las tareas diarias, un aumento en la concentración y un mejor manejo del estrés. 

Algo que quiero agregar es que estos cambios y mejoras en tu estilo de vida no los verás después de la primera práctica, ni la segunda, ni la quinta. Como todo en la vida, para poder ser testigo de un cambio tienes que estar comprometida con el proceso y ser constante, no esperes pararte de cabeza después de un par de clases o tras un tutorial de TikTok o YouTube. Por eso esta es una invitación a ser constante para alcanzar ese objetivo personal que te trajo al mat. 

Vamos a ir de a poco profundizando y adentrándonos a la práctica pero antes quiero dejarte algunos de los beneficios que trajo el yoga a mi mente y que espero puedan motivarse a empezar este camino:

  • Mejoró mi descanso y redujo el insomnio.
  • Fortaleció mi autoestima y autopercepción al ver lo resistente y adaptable que puedo ser.
  • Mejoró mi capacidad de concentración.
  • Profundicé en mi autocontrol y me ha hecho una persona más pausada al usar ejercicios de respiración para no dejarme guiar únicamente por mis emociones.
  • Redujo mis niveles de ansiedad y estrés.

Por todo aquello que ha traído el yoga a mi vida quiero compartirlo contigo a través de la plataforma Soy Zen, en la que semana a semana nos juntaremos para aprender un poco más sobre el yoga y movernos en el mat para descubrir nuevos alcances de tu cuerpo. 

Para empezar, lo único que necesitas es un mat o colchoneta para yoga. Si aún no tienes uno te sugiero que al buscar primero empieces preguntando a tu círculo de amigas, porque puede que alguien dejó su mat hace algún tiempo y ahora tú puedas aprovecharlo. Pero si no es el caso, desde mi experiencia como practicante te dejo algunas recomendaciones al momento de buscar uno:

  1. Fíjate en el grosor de la colchoneta. Si al presionar tus dedos en la colchoneta puedes sentir el piso, no es una buena opción, busca un mínimo de 6 mm de grosor.
  2. Antideslizante. Tus manos y pies son la base de toda la práctica y deben estar firmes para evitar caídas y lesiones. Si bien esto puede hacer que el costo suba un poco más que las colchonetas comerciales masivas, créeme que es un elemento clave para sentirte segura. 
  3. Calidad. Recuerda que el mat es la única herramienta que necesitas, así que para que este pase la prueba de calidad te sugiero que con la uña rasgues la colchoneta un poco, si vez que el material se desprende es porque no es lo suficientemente resistente. Recuerda que toda la práctica la haces sobre él y tiene que ser más resistente que un rasguño.

Espero verte pronto y aprender juntas la práctica ancestral del yoga.

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