Namaste queridos yoguis y yoguinis, y bienvenidas a nuestro viaje hacia el mundo fascinante de los mudras. Nos adentraremos en la antigua práctica del yoga desde el saber ancestral de los Rishis y hasta la magia que reside en nuestras propias manos.
Los mudras tienen sus raíces en el hinduismo y han sido parte integral de la práctica espiritual durante milenios. Estas posiciones de las manos han sido transmitidas de generación en generación como una forma de canalizar la energía y cultivar la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu.
Los antiguos Rishis o antiguos sabios en India descubrieron que los Mudras cambian la respiración y dirigen el aire y prana (energía) a distintas zonas del cuerpo a través de los Nadis (canales por los que circula la energía).
De esta manera se despierta la energía latente del cuerpo, equilibrándola, abriendo y regulando los canales energéticos, tonificando la deficiencia y eliminando el exceso.
Nuestras manos son mucho más que simples herramientas para interactuar con el mundo exterior; son portales hacia nuestro ser interior. Cada dedo, cada curva y detalle, encierra un universo de energía esperando por ser liberado. Los mudras nos ofrecen una forma de acceder a este vasto potencial y guiarlo hacia la realización espiritual.
Mudras en la meditación
En la práctica de la meditación, los mudras se convierten en valiosos aliados, ayudándonos a concentrar y dirigir nuestra energía hacia el centro de nuestro ser. Al combinar posturas corporales, respiración consciente y la colocación precisa de las manos, podemos abrir puertas hacia estados de calma, claridad y serenidad interior.
Tres Mudras esenciales para principiantes
1) Gyan Mudra o del conocimiento:
¿Cómo hacerlo? Coloca la punta del dedo índice en la base del pulgar, manteniendo los otros dedos extendidos pero relajados.
¿Qué permite? Este mudra aumenta la concentración, la memoria y la claridad mental. También ayuda a calmar la mente y a aliviar el estrés.
2) Anjali Mudra o de la salutación
¿Cómo hacerlo? Junta las palmas de las manos en el centro del pecho, con los dedos apuntando hacia arriba y los pulgares descansando suavemente contra el esternón.
¿Qué permite? Este mudra ayuda a crear un sentido de unidad y conexión con uno mismo y con el universo. También abre el corazón y fomenta sentimientos de gratitud y amor.
3) Prithvi Mudra o de la Tierra:
¿Cómo hacerlo? Une la punta del dedo anular con la punta del pulgar, mientras los otros dedos permanecen extendidos.
¿Qué permite? Este mudra está asociado con la energía de la tierra, ayudando a equilibrar y fortalecer el cuerpo. También promueve sentimientos de estabilidad, seguridad y conexión con la naturaleza.
A medida que te sumerjas más profundamente en tu práctica de yoga y meditación, te animo a explorar el vasto mundo de los mudras. Conecta con la sabiduría ancestral que reside en tus propias manos y descubre el poder transformador que está reside dentro de ti.
