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Conexiones universales: séptimo chakra

Bienvenidas al final de este recorrido que hemos hecho a través de los siete chakras. Hoy, nos sumergiremos en el majestuoso séptimo chakra, el Sahasrara o Corona, una joya en la corona de nuestra espiritualidad.

Si te has unido ahora te recomiendo que puedas leer antes los artículos de los 6 chakras que te presentarán una visión distinta del origen de nuestro bienestar. Antes de empezar es importante saber que son los chakras, imagínalos como ruedas de energía, girando en armonía a lo largo de tu columna vertebral. Ruedas que si no están aceitadas pueden generar atascones y hacer que la energía no fluya. Estos centros, desde el enraizamiento en el primer chakra hasta la conexión cósmica en el séptimo, interactúan para tejer la tela de nuestra existencia, influyendo en nuestra salud física, mental y espiritual.

Elevándonos hacia la cima de esta espiral de energía, encontramos el Sahasrara. En la filosofía hindú, este chakra es el portal hacia la espiritualidad más elevada, situado en la cima de la cabeza y vinculado a la conexión divina. Su color violeta o blanco representa la pureza y la conexión con lo divino.

Imagina al Sahasrara como un faro luminoso que regula la glándula pineal y la corteza cerebral. Esta joya cósmica influencia nuestra percepción, llevándonos más allá de las limitaciones físicas. El enorme e inexplorado poder de la mente.

Un séptimo chakra equilibrado nos brinda paz interior, claridad mental y una conexión profunda con la esencia universal, experimentamos una apertura a la sabiduría universal, la espiritualidad y una profunda conexión con el cosmos.. Este chakra es la puerta de entrada a la espiritualidad y al propósito de vida. Es de donde nace el deseo de accionar. Un Sahasrara alineado nos permite experimentar una comprensión profunda de la interconexión de todas las cosas y una sensación de paz interior. Sin embargo, si está desalineado, podemos sentirnos desconectados espiritualmente, experimentar confusión mental y una falta de propósito. Entre algunos de los problemas que podemos ver estan:

  1. Sentimientos de desconexión con lo divino o una búsqueda constante de significado y propósito en la vida.
  2. Confusión mental, dificultad para tomar decisiones y falta de dirección en la vida.
  3. Sensación de no tener un propósito claro o significado en la existencia.
  4. Puede manifestarse como una sensación de desesperanza o una pérdida de fe en algo más grande.
  5. Resistencia a nuevas ideas o perspectivas, y una mente cerrada a conceptos espirituales o filosóficos.

Cómo trabajar en alinearlo, te dejo algunos concejos:

  • Meditación y mindfulness: Practicar la meditación regular y la atención plena para calmar la mente y abrirse a la espiritualidad. Toma una ducha y concéntrate nada más que en el agua caer y en la acción presente, el agua es un elemento transformador y purificador que te ayudará a traer tu atención plena de vuelta.
  • Conexión con la naturaleza: Pasar tiempo en la naturaleza puede ayudar a restablecer la conexión con lo divino y proporcionar claridad mental. Sal a un parque cercano, busca caminar descalza en el césped de tu casa, todo aquello que te enraice y con ello traiga calma al ajetreo y dispersión.
  • Prácticas espirituales: Explorar prácticas espirituales como la oración, el yoga y la contemplación para nutrir la conexión con lo divino.
  • Visualizaciones y afirmaciones: Usar visualizaciones creativas y afirmaciones positivas para fortalecer la conexión con la sabiduría universal es una herramienta que puedes integrar a lo largo de tu día. Trae una afirmación como “soy valiente, soy valiosa, soy capaz y soy merecedora” para abocar al poder que está en ti y te conecta con el universo.
  • Postura de loto (Padmasana): Siéntate con las piernas cruzadas, con la columna erguida y las manos en posición de mudra. Esta posición fomenta la meditación profunda y la apertura espiritual.
  • Postura de la montaña (Tadasana): Párate con los pies juntos, brazos a los lados y la mirada hacia adelante. Eleva tus brazos hacia el cielo, simbolizando la conexión con lo divino.
  • Respiración de la corona (Sahasrara Pranayama): Cierra los ojos, inhala visualizando la luz que entra por la coronilla y exhala liberando cualquier tensión. Siente cómo te conectas con la energía divina que te rodea.

Que este viaje hacia la cima de tu ser sea una odisea de iluminación espiritual y que en el puedas encontrar aquellas respuestas que estás buscando.

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