En la intersección entre la alimentación consciente y el yoga, encontramos una filosofía milenaria llamada Ayurveda. Este antiguo sistema hindú aboga por la armonía entre cuerpo, mente y espíritu, reconociendo la profunda conexión entre lo que comemos y cómo vivimos. Esta práctica para mí es todavía bastante nueva pero sin duda he identificado el poder de la comida en nuestro humor, nuestro cuerpo y sentires. El Ayurveda nos acerca a un sistema de consumo más lento y consciente.
Algunos consejos para empezar:
1. Conoce tu Dosha: según Ayurveda, todos tenemos una combinación única de energías llamadas doshas: Vata, Pitta y Kapha. Pero, qué son:
- Vata: Representa la energía del movimiento, asociada con la ligereza y la creatividad. Cuando está equilibrado, promueve la vitalidad; desequilibrado, puede causar ansiedad y desórdenes nerviosos. Una persona Vata en el aspecto físico es delgada, estructura ósea fina, y piel seca. Y en temas emocionales o mentales tiene mucha creatividad, inquietud, y también altas fluctuaciones en el estado de ánimo.
- Pitta: Refleja la energía del fuego y la transformación. Se asocia con la inteligencia y la intensidad. En equilibrio, promueve la digestión; desequilibrado, puede conducir a la irritabilidad y problemas digestivos. Una persona Pitta es de constitución atlética, piel sensible, y cabello fino. En su lado suyo (emociones y mente) de caracteriza por su determinación, intensidad, y propensión a la irritabilidad.
- Kapha: Encarna la energía de la estabilidad y la estructura. Relacionado con la calma y la resistencia. En equilibrio, brinda fuerza y resistencia; desequilibrado, puede contribuir a la apatía y congestión.La Kapha es una persona de constitución sólida, piel suave, y tendencia a ganar peso. Desde lo emocional es una dualidad entre empatía y resistencia al cambio
Asi que el primer paso es reconoce tu dosha dominante para adaptar tu dieta y equilibrar tu constitución.
2. Opta por alimentos sattvicos que promuevan la claridad mental y la estabilidad emocional. Incluye en tu día como snack frutas frescas, verduras de hojas verdes y frutos secos son excelentes opciones.
3. Practica la atención plena al comer. Dedica tiempo a disfrutar cada bocado, siendo consciente de los sabores y texturas. Evita distracciones como dispositivos electrónicos durante las comidas. Permitete estar presente en el momento, no te apresures sino disfrútalo con tiempo.
4. Mantente hidratada, el agua es un elemento clave en tu día y para tu cuerpo, preferiblemente con agua tibia o infusiones de hierbas. Evita las bebidas frías, ya que pueden desequilibrar los doshas. Ayuda a tu cuerpo a generar calor.
5. Incorpora especias como jengibre, comino y cúrcuma para mejorar la digestión. Estas especias no solo añaden sabor, sino que también ofrecen beneficios para la salud.
6. Organiza tus comidas en horarios regulares. Evita comer en exceso y permite que tu cuerpo tenga tiempo para digerir antes de cualquier practica física como el yoga.
7. Opta por alimentos locales y de temporada. Esto no solo es más sostenible, sino que también se alinea con los principios ayurvédicos de equilibrio con la naturaleza. Que importante es consumir alimentos sin tantos químicos que alteran nuestro cuerpo, hormonas y sentires a largo plazo.
Haciendo este blog he aprendido mucho, a veces lo hacía desde lo poco que conocía pero logré recoger consejos que pondré en práctica y espero que lo hagas también. La alimentación consciente en combinación con el yoga no es una fórmula única para todos, sino un viaje personalizado hacia el equilibrio. Incluye estos principios como guía, pero sé consciente de las necesidades únicas de tu cuerpo y mente, es muy importante escucharnos.
¡Namasté!
