Soy Zen

Acompañar

Esta semana reflexionaba sobre lo difícil que puede ser para algunas personas acompañar a quienes por una razón u otra no se están sintiendo bien, y/o están viviendo alguna situación difícil en su vida. Y es que el ser humano tiene la tendencia a querer resolverle al otro la situación y si es alguien a quien ama pues con más razón.

Entonces quieren calmarle con una frase, o llevar a cabo alguna acción que mejore la situación.

Esto no es posible la mayoría de las veces. No tenemos la posibilidad de “curar un alma herida”, de mejorar una enfermedad con una palabra o una acción, lo que sí tenemos es la capacidad de elegir acompañar. Y podemos hacerlo desde el silencio, con amor, con respeto. Puedo estar allí para el otro simplemente haciéndole saber que no está solo. Sin necesidad de palabras que pueden ser vacías (aunque esa no sea la intención), sin frases cliché que a veces hacen sentir peor (todo va a estar bien, no te pongas así por eso, deberías dejarle ir, etc)

Es mucho más sencillo, sólo estar ahí, expresar un te quiero, aquí estoy para ti, e incluso podrías preguntar qué puedo hacer por ti. Y seguramente, el solo estar ahí, ya va a ayudar a ese otro.

Entonces recuerda, no tienes que saber qué hacer o decir, no hay una sola cosa específica que puedas hacer para que rápidamente la otra persona esté bien. Puedes acompañarle, brindarle tu amor y apoyo, eso marcará una diferencia.

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